Fatiga de tempestad

en un monótono y absurdo tic tac
las horas van cercenando
el pasado,
y empujando el tiempo
que vendrá.

y estos ojos apagados de sombras
solo ven llorar a la lluvia,
sin poder estrechar en ti
ese lugar común amarillento,
devastado…
si hasta las golondrinas
tocan su música de tormentas.

me pierdo en la implacable
resonancia de las cosas.
mi sangre tiene
fatiga de tempestad,
y este nombre robado
se parece a mi cuerpo,
y traza tu nombre
en todos los sentidos,
como una equinoxial floresta.

pero algo le pasa al viento,
porque parece ir siempre envuelto
en ráfagas de noche,
y en la nuca me respira
una enorme luna
de melancolía...

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